Hoy os queremos presentar una parte del centro que quizás hayáis visto pocas veces: El comedor.
Es un espacio muy amplio, luminoso en el que cada día se realiza una actividad básica de la vida diaria: comer.
En ocasiones realizar esta acción, no resulta sencillo, las alteraciones del tono y la postura, los déficit cognitivos o los problemas conductuales pueden afectar en la ejecución y para ello en ocasiones es necesario el uso de diferentes adaptaciones.
Adaptaciones que van desde mesas elevables en altura, con o sin seno para que entren bien las sillas; o las sillas, algunas de ellas hechas a medida para el usuario que así lo precise (más adelante os presentaremos las sillas adaptadas), a los cubiertos o vasos que cada usuario utiliza en función de lo que necesita para poder comer, aunque sea en parte, de forma independiente.
Os mostramos unas fotos para que veáis de lo que os estamos hablando.
¡Hasta la próxima entrada!
Es un espacio muy amplio, luminoso en el que cada día se realiza una actividad básica de la vida diaria: comer.
En ocasiones realizar esta acción, no resulta sencillo, las alteraciones del tono y la postura, los déficit cognitivos o los problemas conductuales pueden afectar en la ejecución y para ello en ocasiones es necesario el uso de diferentes adaptaciones.
Adaptaciones que van desde mesas elevables en altura, con o sin seno para que entren bien las sillas; o las sillas, algunas de ellas hechas a medida para el usuario que así lo precise (más adelante os presentaremos las sillas adaptadas), a los cubiertos o vasos que cada usuario utiliza en función de lo que necesita para poder comer, aunque sea en parte, de forma independiente.
Os mostramos unas fotos para que veáis de lo que os estamos hablando.
Algunos no pueden coger un cubierto normal y por eso utilizan cubiertos adaptados. Los hay rectos o curvados para diestro y zurdo, y también hay algunos elaborados específicamente para algunos usuarios, con una forma determinada para facilitar la prensión o con peso incorporado, como es el caso de nuestro compañero Luis Funcia para que así no tiemble tanto.
Aquí podéis ver bien el cuchillo que utiliza Mª Eugenia, ¿veis que raro es? pero gracias a él puede cortar sola la carne.
También hay antideslizantes para que no se mueva el plato al coger la comida o rebordes para el plato para que no de derrame el alimento al empujarlo cuando se carga la comida en el cubierto.
En la foto también veis diferentes vasos: con dos asas para estabilizar la prensión; con boquilla, para controlar la cantidad de líquido que se vierte y así evitar atragantamientos, o con tapa para evitar los derrames.
Hoy incorporamos unos tacos de madera, que tienen por función elevar el plato para que haya menos distancia a la boca. Los ha hecho un carpintero pero los hemos querido personalizar con estas bonitas letras.
¡Hasta la próxima entrada!
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